Triángulos de pasta brick rellenos

Preparamos unos deliciosos bocados, con forma de triángulo, hechos con pasta brick y rellenos de pollo, queso Camembert, cebolla caramelizada y almendras. Un bocado exquisito con cierto toque dulzón con el que sorprenderás a tus comensales.

INGREDIENTES (12 unidades)
- 200 gr. Pechuga de Pollo
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 Pizca de vino dulce
- Queso Camembert
- Almendras fileteadas
- Pasta brick

Para caramelizar la cebolla
- Aceite de oliva
- 1 Cebolla
- 3 cucharadas de Azúcar
- 1 chorreón de vino dulce

PREPARACIÓN
1) Comenzamos caramelizando la cebolla. Así que ponemos aceite de oliva, a fuego medio, en un cazo. Cuando esté caliente añades la cebolla pelada y cortada en juliana, es decir, en tiritas finas. Una vez pochada, casi transparente, le sumas el azúcar y el chorreón de vino. Bajas el fuego y mueves de vez en cuando. La cebolla estará cuando se consuma todo el vino.

2) Mientras se va haciendo la cebolla sofríe el pollo en una sartén con un poco de aceite de oliva, primero, al que añadimos unos minutos después una pizca de vino dulce.

3) Ya tenemos la cebolla caramelizada y el pollo hecho y templado. Toca cortar el queso para tenerlo todo preparado a la hora de montar nuestros triángulos.

4) Abre la pasta brick, que en Cocina con Aníbal hemos adquirido en un un rollo de 3 metros de largo por 25 centímetros de ancho, y corta 12 tiras de 8 centímetros de ancho. 

Ahora depositas el relleno en una punta. Dobla formando un triángulo de pasta por encima del relleno. Vuelves a doblar en el otro sentido para formar un nuevo triángulo y así hasta cerrarlo con un repliegue final hacia el interior. 

Pero te preguntarás, ¿cómo monto el relleno? Pues en la base pones el pollo, seguidamente el queso, arriba la cebolla caramelizada y coronas con la almendra fileteada. Hazlo así en las 12 unidades.

5) Una vez que tienes todos tus triángulo terminados fríe en una sartén con abundante aceite. Sigue nuestros consejos sobre Cómo hacer frituras perfectas para que no queden aceitosos y si crujientes y en su punto.

Y nada, a comer bien caliente. Verás como gustan y sorprendes.

OBSERVACIONES
- La pasta brick es ciertamente delicada, ya que se reseca con muchísima facilidad. Si ves que te cuesta manejarla, que se resquebraja o que no puedes cerrarla, unta en los bordes un poco de huevo batido.